miércoles, 23 de enero de 2008
Fact Sheet: Lo que nadie realmente le interesa saber.
Soy workaholic completamente, me gusta trabajar, me gusta estar ocupada, me gusta partirme la cabeza buscando soluciones y me molesta estar quieta mucho tiempo. Sin embargo no soy en lo más mínimo preactiva, de modo general soy apática con el 85% de lo que concierne al trabajo… pero amo un trabajo bien hecho y con gusto.
Soy brava y mal genio… de modo general soy bastante carauh e intolerante. Pero no soy ni brava, ni mal genio ni intolerante loca. Cada vez que he explotado ha sido porque algo-alguien lo ha provocado. Como por ejemplo: que alguien en la oficina no haga su trabajo y convenientemente me lo endose veinte minutos antes de la fecha de entrega equivale a que me halen los cabellos de las patillas despacito, despacito…
Me afano. Me esfuerzo en poder hacer cosas simples y estúpidas pero que considero necesarias para la supervivencia diaria. “Yo tengo que poder” tengo que poder correr en tacos, subir a cualquier buseta –a pesar de no haberlo hecho aún- tocar cualquier guitarra sin importar su tamaño, entender cualquier software, comer en cualquier parte… de modo general me molesta la idea de las “niñas delicaditas” que no suben escalones en tacos y no intentan aprender o simplemente se cierran a la posibilidad se probar algo nuevo que se les salga un poquito del esquema. Es más divertido poder o intentar.
Casi nadie me cae realmente mal, mis amigos me caen bien, el resto del universo me es completamente indiferente y hay unos cuantos que se han ganado mi desprecio… a estos últimos sí los cuento con una manito y me sobra. Hace falta trabajo para ganarse el puesto.
Soy esnobista. De eso me di cuenta casi sin querer un día en San Marino. Se lo comenté con sorpresa a un buen amigo y él se sorprendió de que yo no lo hubiera advertido antes. Ni modo, c’est la vie; otro día talvez escriba sobre ese episodio.
Entonces no me interesa, cada cual que viva su vida como más le gusta y le convenga; quien soy yo para pensar que nadie deba vivir su vida de una u otra forma.
…Y por favor no entremos en moralismos ni situaciones extremas de homicidas o pedófilos…
En fin...
lunes, 7 de enero de 2008
If you like piña coladas
No a mi no, muchas gracias… no me gusta la lluvia en lo más mínimo.
Debo ser el grinch de la lluvia, la detesto.
Detesto el olor a humedad –sí, ese endemoniado olor a lluvia- detesto la humedad “en sí”. Detesto el calor previo y posterior a la lluvia.
No encuentro nada romántico en los charcos de la calle y al día siguiente todo está sucio, lleno de lodo… y la basura que alegremente flotó mientras caía agua ahora estará esparcida indiscriminadamente por todas partes.
Me aterra manejar mientras llueve. Parabrisas llenos de gotas, vidrios empañados, calles resbaladizas…
Ni siquiera empecemos a hablar de los bichos, los mosquitos, las hormigas negras, y los grillos que le siguen al ciclo…
La lluvia es linda únicamente cuando se está en casa, la ropa está recogida, el carro está guardado, el gato está en su cama y no hay necesidad alguna de salir…
Sin embargo respeto un buen aguacero… y se puede tomar buenas fotos…
blah maldita humedad.