Siento que me pierdo de mucho y que no me pierdo de nada. Detesto ser grande, tener que dedicar largas horas al trabajo, ir al banco, renovar la cédula, cambiar el aceite y hacer trámites de SRI. En realidad hacer trámites del SRI me atemoriza… más que nada me atemoriza. Extraño a los amigos, tomar fotos y dedicar mis fines de semana “a mirar el mundo”.
Falta de tiempo y de espacio… y a fin de cuenta quien me manda a meterme en estos líos.
No he vuelto a ver a la lagartija y la refrigeradora empieza a enfriar su amistad. Mi madre dice que es culpa de la falta de sindicatos, yo aún compro el pozo.